El aprendizaje de una lengua se define como la capacitación del estudiante para desarrollar una serie de competencias generales y comunicativas con el fin de resolver situaciones comunicativas concretas. Para ello, se servirá de estrategias de tipo general o restrictivo con el fin de compensar y reestructurar su competencia comunicativa generando un conocimiento significativo de la lengua meta más allá de reglas puramente gramaticales (Romero Guillemas).
Hablar de nuevas tecnologías en la enseñanza del español como lengua extranjera es y será tan importante como hablar de metodologías de planes de estudio, de nuevos materiales o de aulas innovadoras.
Los cambios que representan las TIC afectan fundamentalmente a la concepción misma de los procesos de enseñanza/aprendizaje de lenguas. El papel del profesor pasa a ser el de facilitador de criterios para seleccionar la información; propone además tareas, proyectos o problemas y dirige al alumno para conseguir productos significativos. El papel del aprendiz se centra en ser un miembro más de la comunidad de aprendizaje; su desempeño solo se entiende como parte de un trabajo cooperativo.
Finalmente, los materiales dejan de ser un mero catálogo de ejemplos y se convierten en planificadores del trabajo autónomo del alumno. Serán facilitadores en el desarrollo de estrategias de gestión de la información. Mediante los materiales, aprenden a desarrollar estrategias de reflexión para llevar a cabo un aprendizaje autónomo.
A través de las nuevas tecnologías, profesores y alumnos aprenden a tomar decisiones acerca de su proceso de aprendizaje en términos de evaluación, fijación de objetivos de aprendizaje o planificación del trabajo.
Buena reflexión. Muy importante tener en cuenta el cambio en el papel del profesor.
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